Hay muchas historias que a los jugadores actuales les gusta compartir acerca de la ruleta, y la mayoría tratan sobre jugadas malas y reveses increíbles. En aquel tiempo, las leyendas tenían un aire diferente, y algunas defienden que el francés Francois Blanc estaba tan decidido a robar los secretos del juego que hizo un pacto con el diablo.
El argumento que a menudo se usa para defender esta versión es que los números en la ruleta suman 666, así que definitivamente tiene que haber algo impío en todo ello. No necesitas ser un fiel seguidor de Goethe y su Fausto para enamorarte del juego, pero esta teoría podría resultar útil en una mala racha. Siempre es más fácil culpar a otro de tus reveses, especialmente al demonio, en lugar de hacerte responsable de tu comportamiento errático en el juego.
A lo largo del tiempo los casinos decidieron mejorar el margen de la casa, y como la imaginación no era su punto fuerte, la solución fue añadir otro cero. La mesa de apuestas cambió su estructura varias veces y cuando el juego se exportó a América, estos cambios de multiplicaron. La ruleta francesa tiene un diseño más tradicional y ofrece mejores probabilidades de ganar para los jugadores, a la vez que incluye dos reglas especiales para los expertos.
Las reglas dicen que los jugadores tienen que hacer sus apuestas antes de que la bola caiga, pero también es posible apostar cuando la bola se está moviendo. El croupier es el que marca el final de la fase de apuestas, y una vez que la bola queda parada, se paga a los ganadores y empieza una nueva ronda. La tarea del croupier es despejar todas las apuestas perdedoras y sacar el marcador del número ganador. Además de estas reglas, hay otras que tienen más que ver con la etiqueta, y aunque no están escritas, son igual de importantes. Por ejemplo, a la gente que sólo mira el juego no se les permite sentarse en los asientos de la ruleta, y el croupier amablemente les pedirá que se aparten. A los jugadores se les pide que hagan sus apuestas tan rápido como sea posible, sin interferir con sus contrincantes, para que todo el mundo pueda apostar antes de que el croupier diga “no va más.”
El croupier también puede ayudar a hacer las apuestas si se lo pide un jugador, pero puede agobiarse fácilmente si mucha gente le pide lo mismo. Por el contrario, aquellos que eligen casinos online no tienen el mismo problema, ya que deciden cuándo empieza a girar la ruleta. La única excepción a esta regla la proporcionan los casinos online que ofrecen croupiers reales, ya que se aplican las mismas reglas que en los casinos reales.
Básicamente hay dos categorías de apuestas, que reciben el nombre de apuestas externas e internas. Es más probable que sean las externas las que den lugar a un ganador, ya que las opciones de ganar son 50 a 50, mientras que las apuestas internas conllevan más riesgo pero pueden producir pagos mayores.
No hace falta decir que aquellos que juegan a la ruleta americana que tiene dos ceros tendrán que tratar con una mayor ventaja de la casa. Por el contrario, aquellos que prefieran la ruleta francesa, que es una versión de la ruleta europea, tendrán más opciones de ganar debido a la regla de “en prisión”. Básicamente, si la bola cae en el cero, el jugador no pierde la apuesta. En lugar de eso se cierra bajo llave y tiene que saltarse un giro. Si la siguiente apuesta es ganadora, el dinero se libera, y si no va a las arcas del casino.
Un tipo algo diferente de apuestas externas son aquellas que pagan 2-1, ya que las opciones de ganar son sólo del 33%. La versión más popular son las Docenas, donde los jugadores deben apostar a los primeros 12 números, el segundo o el tercero. Lo mismo se aplica en la apuesta de Columnas, donde los jugadores también tienen que apostar por 12 números. La única diferencia es la distribución de la mesa de apuestas.
Todas las apuestas externas están claramente definidas en la mesa de la ruleta con lugares específicos para cada apuesta.
La segunda apuesta que más riesgo conlleva está en la ranura, ya que los jugadores apuestan a dos números y si hacen una predicción correcta, la apuesta inicial se incrementa 17 veces. La apuesta de Calle es básicamente un nombre llamativo para una apuesta que paga 11 a 1, si el jugador hace las suposiciones correctas y la bola se para en uno de los tres números que éste indica. Para hacer esta apuesta, los jugadores deben poner la ficha en la línea que separa las apuestas externas de las internas.
Una apuesta de esquina paga 8 a 1 y se hace colocando la ficha en el cruce entre cuatro números, indicando así la intención del jugador de apostar a todos los números adyacentes. La apuesta de cinco números apenas se usa, ya que sólo afecta a la ruleta americana y lleva una ventaja de la casa del 7,9%, mientras que la ganancia o inversión es de 6 a 1. Las probabilidades de ganar aumentan si eliges la apuesta de calle doble, ya que se apuesta a seis números y la ganancia es de 5 a 1.
Apuesta | Ganancia | Probabilidad de ganar* | Probabilidad de ganar** |
Rojo / Negro (18 números) | 1:1 | 48.65% | 47.37% |
Par /Impar (18 números) | 1:1 | 48.65% | 47.37% |
Bajo / Alto (18 números) | 1:1 | 48.65% | 47.37% |
Docena (12 números) | 2:1 | 32.43% | 31.58% |
Columna (12 números) | 2:1 | 32.43% | 31.58% |
Calle Doble (6 números) | 5:1 | 16.22% | 15.79% |
Primeros Cinco (5 números) | 6:1 | - | 13.16% |
Esquina (4 números) | 8:1 | 10.81% | 10.53% |
Calle (3 números) | 11:1 | 8.11% | 7.89% | Adyacente (2 números) | 17:1 | 5.41% | 5.26% | 35:1 | 2.70% | 2.63% |
La primera se aplica cuando la bola se para en el cero y como se explica arriba, los jugadores no pierden la apuesta, sino que tienen una segunda oportunidad para hacer una predicción correcta. El “La Partage” también ayuda a quienes usan la apuesta al par, pues recuperan la mitad de su inversión, ya que el 50% de su apuesta se devuelve inmediatamente si la bola cae en el cero.
Sin embargo, lo más importante que tienes que entender antes de jugar a la ruleta es que hay que jugar con responsabilidad, con dinero que puedas permitirte perder. ¡Buena suerte!