Ruleta en Perú

Ten cuidado con tus hábitos de juego

La mente y psique del jugador de ruleta y de los jugadores en general, así como la atracción del juego, me llegan al corazón, así que intento acercarme a ellos de varias formas y desde distintos ángulos.

El juego puede ser una experiencia extremadamente refrescante, gratificante, excitante e intensa, pero también provocadora. Por desgracia, puede convertirse en una obsesión destructiva. En tu proceso para entender la ruleta, tienes que tener cuidado con la adicción.

La adicción al juego, también conocida como juego compulsivo, se considera como un tipo de desorden de impulso-control. Como otras muchas condiciones emocionales, se entiende como el resultado de una combinación de debilidades biológicas, formas de pensar y parámetros sociales. La peor forma de tratar con estos temas tan serios es fingir que sabes algo, o incluso todo, sobre ello. Nadie puede entender en realidad o sentirse exactamente como se siente el jugador problemático. Y no todos los jugadores compulsivos son iguales, ya que cada ser humano es único.

Tipos de jugadores

Los jugadores pueden clasificarse de forma muy simplificada como jugadores de acción y jugadores de escape. Los primeros son en su mayoría hombres, empiezan a jugar siendo jóvenes, son inteligentes, competitivos, dominantes y prefieren los juegos que requieran habilidad, como el póker. Tienen sentimientos de euforia similares a cuando uno está puesto de cocaína. Los jugadores de escape, en cambio, prefieren los juegos de suerte, como las máquinas tragaperras o la lotería. Juegan para escapar de otros problemas, ya que mientras juegan se liberan del dolor físico o emocional. Hay un subtipo de obsesión en el juego que se llama “Juego del atracón”, que conlleva problemas de juego pero sólo durante periodos de tiempo específicos.

La adicción al juego es un tipo distinto de animal

En la mayoría de las adicciones, lo que gastas se regula según lo que pueda aguantar el cuerpo. Hay tanta cocaína, heroína, o vodka disponible hasta que acabes en el hospital o en el depósito de cadáveres. Apostar no está regido de la misma forma, por tanto la ruina financiera es ilimitada. Teóricamente, puedes apostar 50.000 dólares de una vez, cada minuto. Jugar te mata porque no te mata. El verdugo de los jugadores compulsivos es la deuda. Una vez que la equidad negativa entra en juego, la obsesión por el juego cobra vida propia. Si dejas de beber, todavía puedes conseguir un trabajo. Pero cuando tienes una deuda de juego que dobla tus ingresos anuales, es difícil recuperarse. Y vivir sin dinero es mucho más difícil que vivir sin alcohol.

Había una historia en el periódico sobre un jugador vietnamita que después de ser acosado por sus acreedores del préstamo, hizo un agujero bajo su cocina y se escondió allí durante varias semanas. Hay mucho simbolismo en esta historia. Los jugadores compulsivos sienten unas ansias intensas de desaparecer del mundo.

Está en el cerebro

La dopamina, un compuesto químico que regula el comportamiento humano, incluyendo recompensas relativas al peso y la anticipación de esas recompensas, inunda una parte del mesencéfalo de los adictos al juego llamado núcleo accumbens. La reacción química que se produce da lugar a sentimientos de interés y excitación en los adictos, una reacción que no ocurría entre los no adictos. La reacción de dopamina entre los sujetos adictos presentes en el estudio ocurría antes de jugar y como respuesta a señales que indicaban que el juego estaba a punto de tener lugar, como por ejemplo la imagen de una máquina tragaperras o el casino preferido de una persona.

Si la sustancia crease la adicción, entonces todos serían alcohólicos. Con el juego, el gatillo se desactiva en el cerebro de los jugadores compulsivos de forma diferente a como ocurre en la mente de otras personas. Los científicos no saben por qué ocurre esto. Podría haber un componente genético, pero el factor determinante es la persona, no el juego. De hecho, un estudio que afecta a grupos reducidos de jugadores indica que los jugadores patológicos tienen una adicción química al juego, lo cual produce en su cerebro el mismo tipo de “respuesta hiperactiva de dopamina” encontrada en gente que abusa de las drogas duras. Se verifica y llama mucho la atención: los adictos al juego tienen demasiadas similitudes clínicas con los adictos a la cocaína.

Hechos y Cifras

  • Alrededor del 10% de la población juega de una forma u otra al menos una vez a la semana.
  • 3% de la población tiene problemas relacionados con el juego.
  • El 1% son jugadores patológicos y tiene problemas serios.
  • Las mujeres representan el 25% de los jugadores problemáticos y su porcentaje aumenta cada vez más.
  • Los hombres tienden a desarrollar esta adicción durante los primeros años de adolescencia mientras que en las mujeres ocurre más tarde.
  • La obsesión con el juego en las mujeres tiende a empeorar mucho más rápido que en los hombres.
  • Los hombres tienden a volverse adictos a formas de juego más interpersonales, como el blackjack, los dados, o el póker, mientras que las mujeres tienden a engancharse a otros juegos no interpersonales como las máquinas tragaperras o el bingo.
  • Anualmente se gasta algo más de 20 billones de dólares en actividades de juego por todo el mundo.
  • Internet ha facilitado mucho que las mujeres y los jóvenes puedan participar en actividades de juego.

Criterios de Diagnóstico para el Juego Patológico

El comportamiento problemático se reconoce por 5 o más de estos puntos:
  1. Preocupación por el juego, pensar sobre experiencias pasadas con el juego, obstaculizando o planeando la próxima aventura, o pensando en cómo conseguir dinero para jugar.
  2. La necesidad de jugar cada vez con más dinero para conseguir la excitación deseada.
  3. Esfuerzos repetidos pero insatisfactorios de controlar, reducir, o abandonar el juego. Estar intranquilo o irritable cuando se intenta lo mencionado anteriormente.
  4. Escape. Jugar para mejorar el estado de ánimo o escapar de los problemas.
  5. Persecución. Tratar de recuperar las pérdidas con más juego.
  6. Mentiras a la familia, terapeuta, o a otros para esconder el alcance de tu adicción al juego.
  7. Cometer actos ilegales como falsificación, fraude, robo, o desfalco para financiar el juego.
  8. Si una relación se ve deteriorada o terminada, un trabajo, u oportunidad educacional debido al juego.
  9. Apoyarse en otros que puedan proporcionarte dinero para aliviar una situación económica desesperada causada por el juego.
  10. Sin embargo, algunos síntomas que en teoría se producen por el juego compulsivo no tienen ningún sentido, o por decirlo de otra forma, son sólo parte de la naturaleza humana.
  11. Escape. Jugar para mejorar el estado de ánimo o para escapar de algún problema.
  12. Es natural jugar para mejorar el estado de ánimo o escapar de los problemas. Por qué si no iba uno a jugar. Vamos a un restaurante, vemos una película, jugamos o vemos el fútbol, intentamos tener sexo...Si piensas sobre ello, casi todo lo que hacemos en nuestro tiempo libre se hace para mejorar el estado de ánimo o para escapar de un problema.
  13. Persecución. El sujeto intenta recuperar las pérdidas causadas por el juego jugando más.
  14. Esto también es natural. Cuando vas al casino no puedes evitar recordar tus pérdidas anteriores. Sin que llegue a ser una fijación, es natural pensar “esta vez quizá gane y recupere lo que perdí antes”. Si quieres mi opinión podría ser más peligroso si el sujeto no recordase lo que ha perdido y lo borrase completamente de su mente.
En mi opinión una lista más adecuada de qué es lo que indica que se ha perdido el control en el juego es esto:
  • Afecta a tus relaciones, tus finanzas o tu vida laboral
  • Estás dedicándole más y más tiempo y energía al juego
  • Has intentado, sin conseguirlo, reducir o poner fin al juego
  • Recurres al robo o al fraude para obtener dinero para el juego
  • Les pides a otros que te saquen de situaciones económicas críticas porque has perdido tu dinero en el juego

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